DUALIDAD: TRABAJO/ VIDA

Tengo muchas cosas en la cabeza, no sé por cuál empezar.

Cambié de trabajo a principios de este año, voy a cumplir tres meses en la empresa y me siento bien, me gusta, estoy aprendiendo cosas nuevas pero siento que me falta algo, no logro disfrutarlo al 100%, siento que algo me hace falta.

En el trabajo, al parecer me quieren hacer líder de la unidad de negocio a la que pertenezco, la cual está conformada por una compañera, por mí y una persona más que está pendiente de contratarse. Las actividades que estaría haciendo serían 70% administrativas y lo demás reclutamiento. No sé si estoy preparada para ser líder, no siento que tenga la capacidad de ser responsable por procesos y actividades de alguien más y honestamente me da miedo.

Sé que dije que me iba a arriesgar a hacer cosas que estuvieran fuera de mi zona de confort y aquí estoy, nuevamente detenida por el maldito miedo. ¿En qué momento deje que regresara a frenarme? Sé que es un reto y profesionalmente me va a dejar muchísimo pero me aterra y me preocuparía si no estuviera llena de miedo, eso quiere decir que debo hacerlo o por lo menos intentarlo, y si no resulta como espero, no importa ¿cierto? para eso son los errores, para aprender de ellos y no volver a repetirlos, son para crecer y son para mejorar.

Por otro lado, (esta parte del post va a ser muy personal) sigo en contacto y saliendo con el chico Tinder, al cual empezaré a llamar JRC y quitarle la connotación de la aplicación, ¿te parece bien? Y así nos evitamos poner nombres 🙂

Desde que nos conocimos en febrero hemos salido tres veces, ¿puedes creerlo? Tres veces y han sido muy lindas esas salidas, no ha sido fácil, su trabajo es muy, muy demandante y él es un tanto (mucho) workaholic. La mayoría de nuestras pláticas e interacción sigue siendo por Whatsapp, la primera vez que nos vimos, platicamos cosas muy básicas y en general de quiénes éramos, él me dijo que era muy desapegado porque desde niño se mudaban muy seguido debido al trabajo de su papá y hoy lo es por su trabajo, viaja mucho y sus horarios son muy extendidos. Hace poco le pregunté cómo es que aguantaba tanto tiempo en la oficina y su respuesta fue: la costumbre. Me dijo que para él era muy difícil tener una relación estable por lo mismo, no sabe si hoy va a estar aquí o si lo manden a otro país al día siguiente.

Advertida quedé y lo acepté.

Lo mandaron a un país de Sudamérica por una semana antes de nuestra tercera cita (como referencia, te diré que a veces nuestras platicas son un poco subidas de tono pero nunca algo que me haga sentir incómoda al menos de mi lado) habíamos quedado que cuando el estuviera de regreso nos veríamos, me dijo que le gustaría pasar la noche conmigo, yo como buena niña entré en pánico, ¿Qué estaba pensando este señor? solamente habíamos salido dos veces ¿y ya quería acostarse conmigo EN LA TERCERA CITA?

-Disculpa si crees que exageré pero no soy de las que se anda acostando con el primero que le habla bonito o el primero que se la antoja, no puedo, creo que soy de esas personas que cree que tener sexo con alguien debe ser algo más que físico-

Estando en otro país no podía decirlo todo esto, que no quería ser solo un acostón, en fin, para no hacerte el cuento largo, un par de días antes de que regresara, le mande un mensaje en la noche -olvidando la diferencia de horario- y él se disculpó conmigo, por haber desaparecido, por no poder verme tanto como quisiera, que no quería que pensara que pone pretextos para no verme, por a veces querer subir de tono nuestras conversaciones y me agradeció que lo buscara nuevamente.

Claro que le dije que sabía que no desaparecía a propósito y que en ningún momento había pasado por mi cabeza que ponía pretextos para no verme, él me lo advirtió desde un inicio; me pareció lo más lindo que me había dicho hasta ese momento, no sé cuál fue el motivo por el cual lo hizo pero para mi significó muchísimo.

Cuando regresó nos vimos, reservó una habitación en uno de los hoteles más lindos en la Ciudad, no, no me acosté con él, al menos no en el sentido que todo mundo creyó, dormí con él, literal dormimos; aunque también platicamos de muchas cosas y muy personales, sí, hubo besos, no lo negaré pero nada más. Fue intimar con él de otra manera.

Quedamos en que íbamos ver hasta donde podía llegar esto que hay entre nosotros, ambos creemos que puede resultar algo muy lindo y genial, no vamos a complicarnos y ése creo que es el ápice de nuestra relación; no complicarnos,.

Me está costando mucho trabajo, lo quiero, lo quiero mucho, no voy a negarlo, no sé si sea muy pronto pero así lo siento, no creo estar enamorada pero él me importa mucho, es una persona muy fácil de tratar, es muy divertido, me encanta que sea coqueto a más no poder, me gusta que sea ocurrente, es muy inteligente, que siempre haga preguntas pero sí, es muy desapegado y creo que es una manera de protegerse y que lleva años haciendo esto y sé que debo tener mucha paciencia porque por lo que platicamos es una persona acostumbrada a estar solo, me da la impresión que no hay muchas raíces en su vida y las pocas que tiene las guarda con mucho cuidado y me está costando trabajo entender esta parte.

Estoy decidida a continuar hasta donde más se pueda, me encantaría que él siguiera en mi vida y yo en la de él y ver qué sucede, seguir disfrutando de él como persona y aprender con él cosas nuevas, tengo que recordar que sobre advertencia no hay engaño y así como yo le dije que a veces alejo a las personas porque no quiero que me lastimen, el también hizo sus advertencias.

Advertida quedé y lo acepté.

Aprendizajes y lecciones

¡Hola de nuevo!

Pensé que ya no me daría tiempo de escribirte nuevamente pero aquí estoy. Otro domingo por la noche. ¡Se nos ha acabo el año! Algo que me molesta de estas fechas son los recuentos que la gente hace de lo vivido en el año, muchas veces porque solamente se enfocan en lo malo y no en lo bueno.

Creo que el resumen de mi año es bastante positivo, fue un año mucho más lleno de felicidad que de tristeza a diferencia de otros. Un año donde me di nuevas oportunidades y tomé riesgos que valieron la pena. Un año donde crecí en diferentes sentidos y aunque no fue fácil, hoy estoy muy orgullosa porque lo intenté y no dejé que el miedo tomara el control.

Este año, decidí cambiar el miedo por un ¿y si lo intento?; la ansiedad por un respira y no pasa nada; la frustración por un esto te va a llevar a eso que quieres; lo negativo por un ¿cuáles son las cosas positivas de esta situación?; el enojo por un ¿realmente vale la pena?

Tal vez no tuve en algunos casos la respuesta que quería pero te puedo decir que no lo lamenté, al contrario lo vi como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje y esas fueron las mejores lecciones. Nunca he sido una persona de tomar riesgos pero te puedo decir que una vez que lo intentas, no te vas a arrepentir.

Espero y deseo que como yo, trates de cambiar poco a poco la perspectiva de cómo vives las cosas y que como yo veas  que las cosas cambian y algunas veces para bien, aunque se lea fácil, créeme que no lo es pero es mejor intentarlo a quedarte con las ganas.

Ojalá que el próximo año, sea un año diferente para ti y disfrutes estas fechas de celebración en compañía de la gente de la que quieres estar rodeada y espero que sigamos escribiéndonos y leyéndonos más este 2015.

P.D. Con respecto a la situación en mi trabajo, no pasó a más y no me despidieron! (yeeeeiiii) n___n

P.D.2 El chico Tinder está de regreso, me invitó a salir pero no ha puesto fecha y eso me tiene desconcertada u____u

*seguiremos informando* 😉